TENGO DUDA QUE MI MATRIMONIO ES VALIDO
“Me voy a casar de
nuevo por la Iglesia porque creo que mi primer matrimonio no estuvo bien hecho,
por eso no fue válido” esta era la “supuesta razón” que un joven afirmó cuando
fue sorprendido intentando celebrar un segundo matrimonio dentro de la Iglesia.
¿Qué estaba sucediendo?
Primero: Este joven
hacía años que se había casado por la Iglesia, posteriormente se habían dejado
y tenía tiempo que ya no vivía con su primera pareja. Segundo: Por motivos de
trabajo se había trasladado a otra ciudad
y se había hecho novio de una jovencita del lugar. Tercero: Cómo quería
vivir con esta nueva pareja los papás de la jovencita pusieron como condición
que se casara con ella y como había ocultado su primer matrimonio se le hizo
fácil intentar casarse nuevamente. Cuarto: inició sus trámites para casarse
nuevamente por la Iglesia y entonces fue sorprendido en sus engaños.
La razón que creía tener
para realizar “un segundo matrimonio” era –como dijimos al inicio- su
afirmación “creo que el primer matrimonio no valió”. Las leyes de la Iglesia
aclaran que no se pueden sacar conclusiones de ese tipo, es decir que “que como
tengo la duda que no existió el primer matrimonio, estoy libre para contraer
uno nuevo”.
La
ley de la Iglesia.
¿Qué nos dicen las
leyes de la Iglesia ante la duda de la validez de un matrimonio realizado en la
Iglesia?
En el código de Derecho
Canónico donde se encuentran las leyes de la Iglesia en su cánon número 1060
nos dice textualmente:
“El matrimonio goza del
favor del derecho, por lo que en la duda se ha de estar por la validez del
matrimonio, mientras no se pruebe lo contrario”.
El texto de la ley es
muy claro. Cuando se ha celebrado un matrimonio –aunque tengamos dudas si
estuvo bien celebrado o que no existió- debemos creer que es válido.
Una vez que se ha
celebrado, su existencia no puede depender de opiniones, dudas o conclusiones
personales- recordemos que en ese matrimonio: han sido dos personas que ante la
comunidad de una manera pública, constando su libertad, expresando claramente
su mutuo consentimiento y con un testigo cualificado de la Iglesia –como es el
sacerdote… Por todo esto ¡Todos debemos creer que realmente existe!
Solamente cuando se den
las condiciones para dudar de una manera evidente la existencia de ese
matrimonio se podría iniciar una acción legal de tipo formal para esclarecer su
validez o nulidad, sería comenzar ante el tribunal eclesiástico aquello que
conocemos como “proceso para probar la nulidad matrimonial”.
Durante todo ese
proceso seguimos creyendo que el matrimonio existe.
Solamente cuando al
finalizar el proceso, en el caso que las sentencias requeridas declaren que en
base a los documentos, testigos y conforme al Derecho se compruebe con certeza
que se dieron las condiciones que no permitieron un matrimonio válido,
solamente entonces todos estaríamos enterados que ese matrimonio no existió.
Para el católico la
unión matrimonial también es un Sacramento, una realidad divina, una realidad
sagrada. Todo matrimonio es muy valioso y para un católico viene a significar
la unión de Cristo con su Iglesia, no tenemos derecho de diluir la importancia
que tiene para Dios y la gran importancia que debería tener para todo
cristiano.
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