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Breve artículo: LOS REPRESENTANTES DEL PAPA

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Los representantes del Papa

Pbro. Lic. Netzahualcoyotl H. Xochitiotzin Ortega

Todos sabemos que Jesucristo establece a San Pedro como “la piedra” donde edificará su Iglesia, es decir como primado y centro de los discípulos. Ya los primeros apóstoles –consta en la Biblia- tomaron siempre como referencia su persona. San Pedro viajará a Roma, allí ofrecerá su vida como mártir y será sepultado en el cementerio donde ahora está construida la Basílica del Vaticano. Desde el inicio de la Iglesia el sucesor de San Pedro es el Obispo de Roma.
La presencia del sucesor de Pedro determinará la pertenencia a la verdadera Iglesia de Jesús y por ello consta que ante el crecimiento de la Iglesia en el mundo nombraba representantes eventuales para eventos o representantes estables para naciones.
Actualmente nuestra Iglesia se encuentra en todo el mundo, en cada nación existen comunidades católicas teniendo como cabeza su propio Obispo, por ello el Papa tiene en cada una de las naciones un Obispo que lo representa, la misión de su representante es promover los vínculos de unidad en la fe. En nuestra Iglesia ¡Es esencial la unidad! Además tengamos en cuenta que el Vaticano a nivel civil es un Estado y que tiene relaciones diplomáticas con más 180 naciones, sumemos también a obispos representantes del Vaticano en organismos civiles internacionales. Como consecuencia son cientos de personas consagradas a esta misión de unidad en todo el mundo.
Tengamos en cuenta que esto lleva una estructura y organización mundial para garantizar su eficacia. ¿Dónde se forman los futuros Obispos que representarán al Papa? ¿Quién los nombra? ¿Quién establece los cambios cuando fallece alguno? ¿Cómo se sostienen económicamente las casi 200 sedes diplomáticas dispersas en todo el mundo? La lista de situaciones que afrontar diariamente en todas las embajadas es muy extensa… Quien resuelve todo esto es una organización interna en el vaticano.
Actualmente el Papa Francisco realiza una reforma de los organismos vaticanos que lo ayudan diariamente en su misión en la Iglesia y ante el mundo, organismos que tienen el nombre de “Curia Romana” y cada organismo lo conocemos como “Dicasterio”.
 El organismo (dicasterio) más cercano al Papa es “La Secretaría de estado” que tenía dos secciones, la primera dedicada para asuntos generales y la segunda encargada de las relaciones con las naciones civiles. Ahora el Papa ha decidido que tenga una tercera sección ¡Igual en importancia a las dos anteriores! Y se trata precisamente de ¡El organismo dedicado a los representantes del Papa! Actualmente se llama «Sección para el personal diplomático de la Santa Sede».
Con esta decisión el Papa atiende de manera más directa a todos sus representantes en el mundo. Estas fueron sus palabras al decidir esta nueva ubicación organizativa de sus representantes: «con la convicción de tener que garantizar por mi parte una fraternal atención y un más premuroso acompañamiento humano, sacerdotal, espiritual y profesional a todos los que sirven en el llamado “cuerpo diplomático” de la Santa Sede (embajadores, representantes y ayudantes) y a todos los que se están preparando a ello (alumnos de la Pontificia Academia Eclesiástica)».
Tengamos en cuenta la importante misión de la Iglesia que lleva el mensaje de Jesús a todo el mundo, su trabajo por la paz, el progreso de todos los pueblos, el entendimiento en todas las naciones y oremos para que cada vez más nuestra Iglesia católica se muestre como signo de unidad ante la sociedad de nuestro mundo.


Breve artículo: LOS REPRESENTANTES DEL PAPA

Autor : Netzahualcoyotl. H. Xochitiotzin Ortega
Fecha :

7 diciembre 1943 NACE EL CARISMA DE LA UNIDAD-Movimiento de los focolares.

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CHIARA LUBICH  1920-2008

"Aquí está el Dedo de Dios"



Extraído del volumen de Lucia Abignente: “Aquí está el dedo de Dios”, recientemente editado por Città Nuova. Algunos fragmentos del relato de la fundadora de los Focolares en el contexto histórico de la II Guerra Mundial. El comienzo no premeditado de una Obra que tiene como objetivo la fraternidad universal.

“Yo creo que Dios puede y quiere que nazca el bien de cada cosa, también de la más malvada”. Así se expresaba Dietrich Bonhoeffer a fines de 1942, en plena guerra mundial. En el momento más cruel y terrible que la historia del Novecientos conoció, haciendo un balance del año 1943, este gran testimonio logra aún confiar más allá de toda esperanza, creer con firme fe y segura en la acción providencial de Dios en la historia. La lucha entre el bien y el mal, el pecado y la gracia a través de la historia.
Era éste el contexto histórico que hacía de fondo al nacimiento del Movimiento de los Focolares. En su edificación se colocó la primera piedra en Trento, precisamente en 1943, el 7 de diciembre, con la donación que una joven de veintitrés años hizo a Dios de su propia vida: Silvia Lubich, que como terciaria franciscana había tomado el nombre de Chiara.
Ese día hasta las condiciones meteorológicas parecía que iban en su contra, como surge del relato de Chiara, que cuenta su ida, al alba, de mañana, hacia el colegio de los Capuchinos, a la ceremonia privada durante la cual se consagraría a Dios para siempre:
“Una gran tormenta, de modo que tenía que avanzar empujando el paraguas hacia adelante.
También esto tenía un significado. Me parecía que expresaba que el acto que estaba realizando encontraría obstáculos. Esa furia de agua y de viento contrario me parecía un símbolo de algo adverso. Llegando al colegio se produjo un cambio de escena. Un enorme portón se abrió solo, de forma automática. Sentí alivio y acogida, casi los brazos abiertos de par en par de ese Dios que me esperaba”.
Este “cambio de escena” se reflejó en su vida. La plenitud y sacralidad de ese acto que ocurrió en el secreto y en la pobreza (tres claveles rojos fueron el único signo externo de fiesta) en el alma de Chiara Lubich eran más sonoros que las atrocidades de la guerra que permanecía como trasfondo, casi “como el marco de un cuadro”. La realidad más verdadera para ella era lo que Dios, descubierto como Amor, iba edificando.
“Existía un ideal, uno sólo, que nunca desaparecería, ni siquiera con nuestra muerte. Era Dios. Y a Dios nos apegamos con todas las fuerzas del alma.
No adherimos a Él porque no había quedado nada, sino porque una Fuerza en nosotros nos hacía felices de haberlo encontrado en la vida como el único Todo, el único Eterno, el único digno de ser amado porque no pasa. El único pues, que saciaría las exigencias de nuestro corazón.
Desde hacía ya varios años recibíamos la S. Comunión cotidianamente y creíamos que éramos buenas cristianas, porque pertenecíamos a varias asociaciones católicas.
Sólo cuando Dios nos quitó todas las cosas para donarse a nosotros, Él sólo,  comprendimos por primera vez el primer Mandamiento de Dios: “Ámenme con todo el corazón, con toda la mente…”
Lo comprendimos porque solo en ese momento sentíamos verdaderamente que teníamos que amar así, de forma total, con la mente, el corazón, las fuerzas, para no engañarnos”.

Lucia Abignente, “Qui c’è il dito di Dio”, Città Nuova, Roma, 2017, pp. 25-26.

TEXTO EN UN ARTÍCULO DE LA PÁGINA OFICIAL DEL  MOVIMIENTO DE LOS FOCOLARES

7 diciembre 1943 NACE EL CARISMA DE LA UNIDAD-Movimiento de los focolares.

Autor : Netzahualcoyotl. H. Xochitiotzin Ortega
Fecha :

MEDITACIÓN: Palabra de Vida, "Hágase en mi según tu Palabra"

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«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc 1, 38).

Una joven mujer, en su casa de Palestina, anónima periferia del poderoso Imperio Romano, recibe una visita inesperada y desconcertante: un mensajero de Dios le lleva una invitación y espera su respuesta.
«Alégrate», le dice el ángel al saludarla; después le revela el amor gratuito de Dios para con ella y le pide que colabore en la realización de su designio sobre la humanidad.
Con estupor y alegría María recibe el don de este encuentro personal con el Señor. Y dada su plena confianza en el amor de Dios, se entrega totalmente a un proyecto todavía desconocido. Con su aceptación generosa y total se pone con decisión al servicio de Dios y de los hombres enseñándonos con su ejemplo, una luminosa adhesión a la voluntad divina.

«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».

Al meditar sobre esta frase del Evangelio, Chiara Lubich escribió: «Para realizar  sus designios, Dios solo necesita personas que se entreguen a Él con plena humildad y con la disponibilidad de una sierva. María –verdadera representante de la humanidad, cuyo destino asume– con esta actitud le deja todo el espacio a la actividad creadora de Dios. Pero ya que “siervo del Señor”, además de ser una expresión de humildad era también un título de nobleza, atribuido a los grandes siervos de la historia de la salvación, tales como Abrahán, Moisés, David y los profetas, con estas palabras María afirma toda su grandeza»1.
También nosotros podemos descubrir la presencia de Dios en nuestra vida y escuchar esa «palabra» que nos dirige para invitarnos a realizar en la historia, aquí y ahora, un fragmento de su designio de amor. Nuestra fragilidad y nuestra insuficiencia podrían bloquearnos. Hagamos propia la palabra del ángel: «No hay nada imposible para Dio»2 y confiemos más en su potencia que en nuestras fuerzas.
Se trata de una experiencia que nos libera de los condicionamientos y de la presunción de suficiencia y permite aflorar nuestras mejores energías y los recursos que no creíamos tener y, finalmente, nos hace capaces de amar.
Refiere un matrimonio: «Desde que nos casamos, decidimos abrir nuestra casa a los familiares de niños internados en el hospital de la ciudad. Pasaron por nuestro hogar un centenar de familias y tratamos siempre acompañarlas. A menudo la Providencia nos ayudó para sostener económicamente esta iniciativa, pero debía estar siempre antes nuestra disponibilidad. Recientemente recibimos una suma de dinero y pensamos guardarla, seguros de que sería útil para alguna familia. En efecto, poco después llegó otro pedido. Todo es como un juego de amor con Dios con el que sólo debemos ser dóciles».

«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».

Para vivir esta frase del Evangelio nos puede sernos de ayuda la sugerencia de Chiara de recibir la Palabra de Dios como lo hizo María: «Con total disponibilidad, sabiendo que no es un palabra humana. Recibamos a Cristo en su Palabra. Con activa premura pongámosla práctica, momento tras momento. Haciendo así, el mundo volverá a ver a Cristo pasar por las calles de nuestras modernas ciudades, Cristo en nosotros, vestido como todos, trabajando en la oficina, en la escuela, en los diferentes ambientes, más variados, en medio de todos».
En este periodo de preparación a la Navidad, tratemos de estar cara a cara con el Señor, como hizo María, acaso leyendo una página del Evangelio.
Tratemos de reconocer su voz en nuestra conciencia, iluminada por la Palabra y sensible a las necesidades de los hermanos.
Preguntémonos de qué manera podemos ser una presencia de Jesús hoy, para contribuir a hacer de la convivencia humana una familia.
La disponibilidad con que responderemos le permitirá a Dios sembrar la paz a nuestro alrededor y hacer crecer la alegría en el corazón.


LETIZIA MAGRI

1 C. LUBICH, «No perder la ocasión»: (1981).
2 Lucas 1,37.


MEDITACIÓN: Palabra de Vida, "Hágase en mi según tu Palabra"

Autor : Netzahualcoyotl. H. Xochitiotzin Ortega
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