INTERPRETAR

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Recuerdo bien que estábamos dos amigos mexicanos y yo platicando cuando se acercó un amigo italiano que no hablaba español. Como ya conocía que mi amigo italiano creía que todos “hablaban en contra de él” les comenté en español a los otros “¿Qué les parece si platicamos de comida, de tacos en el momento que llegue nuestro amigo italiano?” así hicimos y ¿cuál fue el resultado? Que mi amigo italiano ¡nos reprochó que estábamos hablando mal de él! Ja, ja ,ja… ¡Nada que ver!
Interpretar… en el sentido de “entender” aquello que vemos ¡Lo hacemos todos, en todo momento!
Cualquier gesto, palabra, acción ¡todo! Todo lo que nos llega lo podemos interpretar… sólo que ¡podemos engañarnos a nosotros mismos! Y vivir engañado no tiene nada sano, especialmente cuando estamos convencidos que “todo el mundo” está contra nosotros.
Creo que lo mejor es aprender a interpretar de la manera más adecuada y en muchos casos ¡ni siquiera interpretar!
Si no conozco a una persona y veo que tiene una cara muy seria ¿ya puedo decir que es un enojón? ¡Claro que no! Es posible que lo sea, pero también es posible que no lo sea. En este caso resulta razonable esperar convivir con él para descubrir cuál es su modo de comportarse.
Cuando algún amigo se queja de la manera como lo trataron ¡claro que le creo! Solamente que pienso que también es bueno no tomarlo demasiado en serio pues no conozco la otra versión que tienen los demás y ni siquiera tengo certeza de lo que sucedió realmente.
Cuando llego a casa y veo que alguien está enojado puedo creer que tiene algo contra mí pero ¿cómo puedo estar seguro de eso? Mejor esperar que se le baje un poco el enojo y platicando con él comentar de una manera natural un ¿cómo te fue en el día? O ¿te sientes bien?
Cuantas veces resulta esencial ¡comunicarnos, aclarar, preguntar! para la justa convivencia, para tener paz, para tener claridad en las cosas, personas o situaciones ¿Cómo afrontar las situaciones si no sabemos la realidad de lo que acontece?
Afrontar las situaciones sin conocer la realidad es como guisar una comida sin conocer los ingredientes ¡Qué asco! Ya hasta se me fue el hambre. ja, ja, ja…
En muchas otras ocasiones lo más sano es tomar las cosas de quién viene sin tratar de entender las causas… si una persona chismosa está difundiendo un chisme sobre mi ¡que me podría preocupar! De todas maneras seguirá haciéndolo sobre mi, el día de mañana será sobre otra persona y la lista de sus víctimas no tendrá fin… si esa persona no logra gobernar su lengua ¿cómo se la podré gobernarla yo?  Es cierto que en casos extremos debemos juntar a los involucrados y aclarar alguna difamación, pero la mayoría de las veces lo mejor es dejar pasar el agua sucia y no detenernos con lo que lo vale la pena…
La vida es más sencilla, mucho más sencilla cuando vamos aprendiendo a interpretar a su tiempo o a ignorar sin angustiarnos... ¿No te parece?

¡Que el Señor te colme de sus bendiciones!


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