¿INOCENCIA?
“Quien inocentemente envenena inocentemente asesina…”
“Una fiesta en el antro, un accidente de auto, 4 jóvenes
muertos y el conductor del auto vivo. Cuando sucedió el auto BMW alcanzaba una
velocidad cercana a los 185 kilómetros por hora, los fallecidos tenían entre 25
a 30 años, El conductor enfrentará juicio de homicidio culposo agravado”
Cuando me enteré de la tragedia del accidente de auto vino a
mi mente esta frase “Quién inocentemente envenena, inocentemente asesina”
Siento que vivimos en una sociedad que pocas veces “toma en
cuenta” o “promueva” que miremos las consecuencias de lo que hacemos o dejamos
de hacer.
Es cierto que la mayoría de personas actuamos o dejamos de
actuar sin mala fe, lo hacemos de una manera “inocente”. Pero ¿nos detenemos a
pensar las consecuencias?
Hace tiempo leía la frase de una conferencista donde
aconsejaba desde su experiencia personal y decía que continuamente se
preguntaba: “Ante lo que haré o dejaré de hacer, ¿Qué consecuencias tendrá mi
actuar dentro de 10 minutos, dentro de 10 meses, dentro de 10 años…?” y es que
existen consecuencias a cercano, mediano o ¡largo plazo!
Ante la situación del accidente automovilístico las
consecuencias trágicas son enormes y serán para siempre: 4 vidas de jóvenes
fueron arrancadas de manera horrible, 4 familias destruidas por el sufrimiento,
la responsabilidad penal del conductor y lo que sufra su familia…
Creo que todos nosotros no tenemos los recursos económicos
para conducir un auto de ese tipo, pero en nuestra vida diaria ¿Cuántas veces
actuamos sin tomar en cuenta las consecuencias?
Queremos una familia mejor y ¡nos dejamos llevar por nuestro
mal genio, caprichos o traumas! ¿cómo promovemos el diálogo, o todos los
recursos positivos?
Queremos que nuestros papás estén contentos y ¿cómo nos
comportamos ante nuestras obligaciones? ¿Cómo los tratamos o ayudamos?
Queremos que nuestros niños en el futuro sean unas buenas
personas y ¿cómo los educamos?
Queremos tener buenos amigos y ¿cómo nos comportamos para
edificar la amistad?
Queremos un futuro estable y ¿Cómo administro los recursos
que ahora tengo?
Deseo tener una vida con una buena salud y ¿Cómo Cuidamos
nuestra saluc? Y si estamos enfermos ¿Qué hacemos para mejorar o estabilizar
nuestra salud?
Cuántas veces nos podemos quejar que experimentamos a Dios
de una manera muy lejana y ¿Qué hacemos para acercarnos a Dios?
Esta es una brevísima lista de algunas cosas que ahora se me
vienen a la mente pero la lista es ¡interminable! Como son incontables las
situaciones que vivimos cada día. Ejemplos de consecuencias positivas o
negativas que me ha tocado ser testigo son demasiadas, victorias o tragedias,
conquistas o fracasos, vidas llenas de sentido o existencias tiradas a la
basura, etc…
Lo que se siembra podrá tener frutos… lo que no se siembra
¡también tiene consecuencias!
Por ello de tanto en tanto viene esa frase “Quien
inocentemente envenena, inocentemente se convierte en asesino”.
¡Adelante! No nos dejemos llevar por la rutina.
¡Que el Señor te llene de sus bendiciones!
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