Recuerdo en una ocasión un feligrés me preguntó mi nombre y
al decir que me llamaba Netzahualcoyotl repitió la pregunta ¿Cómo dijo que se
llama? Y volví a repetir que me llamaba Netzahualcoyotl a lo que reaccionó
visiblemente enojado exclamando ¡Si no quiere decir su nombre tampoco se
burle de mí! Inmediatamente se dio la media vuelta y se fue. En otra ocasión me
llamó la atención cuando conocí una persona que deseaba presumir sus viajes
internacionales y se equivocó de una manera extrema al cambiar el nombre del
río que atraviesa la ciudad de Roma y en lugar de decir el nombre correcto “Río
Tíber” dijo con mucha seguridad“río Tigris” que se trata de un río famoso del
Asia Occidental… ¿Vanagloriarnos de lo que no sabemos? Como decimos
popularmente ¡cuántos "osos" podemos hacer!, en otras palabras, hacer el
ridículo…
Cuántas veces nos encontramos en situaciones que nos
resultan raras o que sencillamente no conocemos.
Es posible que muchas de esas situaciones “raras” nos
resulten incomprensibles, también que nos parezcan falsas o hasta insultantes.
¿Cómo reaccionamos cuando nos encontramos ante una situación
desconocida?
Conozco personas que al escuchar un tema que no saben se
ponen a inventar para no sentirse “ignorantes” lo peor de todos es que muestran
a todos que realmente no conocen el tema, o al menos muestran su presunción a
quién si conoce y si reacciona así ante lo que no conoce ¿De qué tipo de
persona se trata?
También podemos rechazar interiormente aquello que
escuchamos y sacamos nuestras conclusiones muy personales actuando así es probable
que nos formemos ideas muy equivocadas de las personas, situaciones o
conocimientos.
Es posible que en algunos casos podamos sentir que nos están
ofendiendo o al menos creer que se burlan de nosotros, cosa que en algunos
casos solamente se trata de imaginaciones personales.
¿Qué es lo más razonable? A mi parecer es mejor callar y
darnos tiempo para preguntar o investigar. Pues resulta más que normal que no
conozcamos todo de todo, o mejor dicho podemos conocer algo de poco. ¡Nadie
está obligado a saberlo todo! Simplemente conocerlo todo es imposible… Aprender
a no sacar conclusiones al instante, al fin y al cabo ¿Qué prisa tenemos para
opinar? ¿Nos quedaremos con nuestras
ideas? O sencillamente podría ser una ocasión para aprender algo nuevo…
¡Que el Señor te conceda un día maravilloso lleno de sus
bendiciones!
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