LA TRAICIONABA... Significado y relación matrimonial.

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LA TRAICIONABA... Significado y relación matrimonial. 

Cuantas veces la vida de pareja se torna gris, rutinaria y sin sentido... eso lo he escuchado y visto a lo largo de mi vida y especialmente en los últimos casi 30 años de sacerdote.
Y es que no solamente -esta transformación en rutina- se constata en la relación matrimonial, sino que también creo que la rutina puede llegar y en muchos casos llega al: trabajo, amigos, aficiones, colegas, estudios...
En este vídeo de 5 minutos "La traicionaba..." -además de la reflexión ante la relación matrimonial- en el fondo existe la realidad de "una traición" la traición de perder el sentido de lo que se vive.
¡Traicionar el sentido de lo que se vive! y es que todo lo que vivimos tiene o debería tener un sentido... por ejemplo el sábado pasado asistí como sacerdote a la boda de unos jóvenes amigos. Me resultó altamente motivador constatar en sus ojos y actitudes toda una intensidad en el significado profundo que tenían en el compromiso que realizaban delante de Dios ¡Eran totalmente conscientes de lo definitivo y sagrado de su mutuo consentimiento! De la misma manera hace unos momentos otros amigos de quién también fui su testigo sacerdotal de su matrimonio me comentaban "teníamos dificultades, pero seguimos su consejo que nos dio en nuestra boda haciendo presente que nuestra unión es sagrada fuimos a una Iglesia y delante del Santísimo Sacramento, después de una oración, platicamos delante de Dios nuestras diferencias buscando aquello que sería la voluntad del Señor para nosotros y ahora ¡Todo lo vemos con otra mirada! Se ha resuelto todo"...
Creo que proporcionalmente resulta más que esencial renovar en nuestros corazones el sentido de lo que hacemos.
En el vídeo que comparto aquello que transforma todo es un acontecimiento extremadamente grave ¡una enfermedad terminal en la mujer! Esta al nivel de la situación -renunciando el hombre ante una decisión que había tomado anteriormente, abandonar a su mujer y renovando el sentido de su vida como amigo, compañero y esposo... ¡todo cambió!
Siempre es más que hermoso detenernos para clarificar el sentido que inicialmente habíamos dado a lo que actualmente hacemos, o posiblemente el sentido que hemos encontrado en nuestro caminar... Entonces nuestro pasado se convierte en experiencia para vivir nuestro momento presente. Vivimos el presente con una actitud renovada.
Entonces damos gracias a Dios y a la vida que podemos despertar, que inclusive si estamos enfermos podemos tener una cierta calidad de vida fijándonos más en lo que podemos hacer y no en lo que nos falta.
Renovamos nuestra gratitud en cada una de las realidades que ya tenemos... familia, ocupación, vestido, deberes...
Dejarnos llevar por la rutina, distraernos en otras cosas o personas por perder la brújula hace que se vacíe nuestro interior, que no le encontremos sabor a lo que hacemos, que busquemos otros horizontes que posiblemente nos llevarán a la destrucción haciéndonos sufrir y haciendo sufrir a nuestros seres queridos.
Una persona que no aprende a renovar el sentido de lo que tiene -aunque sea poco- es posible que jamás se pueda saciar y alguien que no se sacia es como un barril sin fondo, como un costal con agujero... jamás encontrará algo que le ofrezca satisfacción profunda.
¡Que importante es enseñar a nuestros niños a disfrutar lo que tienen! que aprendan a permanecer en sus pequeños compromisos y que descubran lo bueno que se encuentra en lo que hacen. No creo que resulte muy útil llenarlos de juguetes ¡a montones! si no logran entretenerse con los que tienen...
¡Que el Señor te bendiga abundantemente!

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