REFLEXIÓN: Dios Padre ¿abandona a su hijo Jesucristo?

|
¿DIOS PADRE ABANDONA A SU HIJO JESUCRISTO?

El AMOR sin límites.

Como punto de partida tomamos el envío de su hijo realizado por amor al mundo por parte del Padre “Y tanto amó Dios al mundo que le envió a su Hijo único…” Jn 3,16
Leemos en Filipenses 2,6-8 “Él, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios como algo que debía guardar celosamente: al contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor y haciéndose semejante a los hombres. Y presentándose con aspecto humano, se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte y muerte de cruz”
Jesucristo afronta por amor la voluntad del Padre por la salvación nuestra, al vivir la traición, el juicio, la tortura, el camino de la cruz y la crucifixión lo realiza con la intensidad que todo hombre hubiese tenido. Por amor no se echa para atrás, no baja de la cruz… todo esto lo realiza con su voluntad y nada del sufrimiento que afronta fue “ahorrado” por ser Dios.
En el culmen del dolor en la crucifixión también sentirá en su cuerpo el absurdo de todo lo mundano “traición, desolación, tortura, injusticia, decepción, desaliento…” Todo se concentra en una experiencia que también resulta extrema “sentir que el Padre lo abandona” y aun así continuar su obediencia al Padre con sus últimas palabras “todo está cumplido” y “en tus manos encomiendo mi espíritu”.
¿El Padre lo abandonó? Eso es lo profundo de la experiencia en el culmen del Amor. El Padre que no interviene “por amor” ante el absurdo de la humanidad pues respeta nuestra libertad, el amor extremo que hace que Jesús no baje de la cruz. Precisamente es el amor sin límites del Padre y el amor sin límites del Hijo por cada uno de nosotros lo que abre las puertas de la eternidad. Nos hace candidatos a recorrer su camino, ¡el camino ya es ÉL!…
En él y por él Dios con su amor infinito –por lo tanto libre- hace la diferencia ante los absurdos. También para cada uno de nosotros los pequeños o grandes calvarios se pueden transformar en una opción de amor generoso, también nosotros llegamos a experimentar el “Dios mío, ¿por qué me abandonas?” En Jesús tenemos la oportunidad de continuar aunque todo esté obscuro, sostenidos por aquello que no sentimos, continuamos caminando en aquello que no vemos solamente confiando en aquello que de alguna manera ya no logramos creer…
Solamente cuando afrontamos el absurdo con esta óptica es como llega la resurrección ya desde esta tierra. Detrás de cada espina sabemos que estará una rosa, aunque no la veamos o precisamente porque no la vemos tendremos méritos en creer que existe. ¡Esa es la fe más auténtica! Solamente con esta óptica toda herida puede sanar, toda división se convierte en reconciliación, todo dolor se convierte en redención.
Por ello la resurrección es un volver a comenzar cuando todo lo vemos destruido, volver a levantarnos cuando no tiene sentido, continuar con esperanza cuando todo ha terminado… No es que seamos ciegos, inconscientes o ilusos, si bien alguno podrá calificarnos así, más bien seremos cristianos que podremos asemejarnos a Jesús en la cruz y cuando Dios lo decida vendrá la resurrección en esta tierra y/o también en la eternidad.
Padre Netza.
Tlaxcala, México.

0 comentarios:

Next Prev
▲Top▲